Recemos para que los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar su actividad al servicio de las comunidades en las que viven.
Francisco nos propone rezar y movilizarnos, durante el mes de agosto, por los pequeños y medianos empresarios, duramente golpeados por la crisis económica y social.
Según datos del Consejo Internacional para la pequeña empresa, este tipo de negocios representan más del 90 % del total de empresas, generan entre el 60 y el 70 % del empleo y son responsables del 50 % del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial.
En los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia, las pequeñas y medianas empresas se han encontrado con un reto difícil de afrontar: la ralentización -y en muchos casos el paro total- de la actividad que se ha decretado por parte de los gobiernos de muchos países para evitar la propagación del COVID-19.
Para que esta circunstancia no afecte de manera radical a las empresas y a la economía en general, los gobiernos y todos los actores sociales deben mantener una atmósfera propicia para que las empresas puedan recuperarse, con acceso a financiación, a información y a los mercados. Es importante apoyarlos para que puedan salir adelante. Los pequeños y medianos empresarios han sido los que han llevado adelante los servicios de la vida corriente en medio de la crisis: salud, comida, limpieza, farmacias, etc. estando al servicio de sus comunidades.
Como dice Francisco, esta crisis es una oportunidad para construir algo diferente, para "ayudar a la familia humana a sanar este mundo que padece enfermedades graves".
Actitudes para concretar la intención en nuestra vida
Sostener lo pequeño. “Hay una gran variedad de sistemas alimentarios campesinos y de pequeña escala que sigue alimentando a la mayor parte de la población mundial, utilizando una baja proporción del territorio y del agua, y produciendo menos residuos, sea en pequeñas parcelas agrícolas, huertas, caza y recolección silvestre o pesca artesanal” (Papa Francisco) (LS 129).
Adquiere lo que necesitas comprando a pequeños productores y empresarios.
Ayudar. “Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial” (Papa Francisco) (LS 129).
Difunde información y promueve la actividad de pequeños productores y empresarios de tu zona.
Trabajar bien. “El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal” (Papa Francisco) (LS 128).
Haz bien tu trabajo por pequeño que sea y ayuda a los hermanos y hermanas en el suyo.
Buscar soluciones. “Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva”. (Papa Francisco) (LS 129).
¿De qué modo puedes ayudar y favorecer a quienes con su pequeña empresa sostuvieron servicios indispensables en tiempos de crisis? Panaderos, farmacéuticos, verduleros…
Colaborar con otros. “La actividad empresarial, que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, puede ser una manera muy fecunda de promover la región donde instala sus emprendimientos, sobre todo si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común.” (Papa Francisco) (LS 129).
Acércate a los pequeños empresarios de tu zona, interiorízate de su situación para acompañarlos y discernir caminos de ayuda.
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