El Camino del Corazón encuentra en la encíclica Fratelli Tutti una hoja de ruta para vivir de una manera concreta el desafío de la compasión: hacernos más hermanos y hermanas, construir un mundo más fraterno. La encíclica de Francisco es una guía para forjar un estilo de vida que, a través de gestos y actitudes concretas, desarticule las tendencias del corazón y del mundo que desfavorecen la fraternidad. Nos invita al discernimiento de estas tendencias, y nos pide disponibilidad, escucha y determinación para favorecer la amistad social y la fraternidad. El Camino del Corazón, itinerario espiritual de formación de la Red Mundial de Oración del Papa, nos ayuda a hacer un camino de transformación del propio corazón vivido concretamente a la luz de la propuesta de la encíclica.
Fratelli Tutti propone un camino en el que todas las dimensiones de la vida de las personas son campo propicio para cultivar la fraternidad: la vida sencilla de una familia y sus integrantes, las comunidades, las políticas de Estado y las religiones. Cada comunidad, grupo y personas individuales en su ámbito propio, son llamados a la hermandad, a un estilo de vida fraterno que encarne concretamente la compasión de Jesucristo por el mundo. El diálogo y la amistad social piden una disposición del corazón, pues son un camino que encarna el amor y la compasión. El Camino del Corazón, a través del recorrido de sus pasos, nos propone un itinerario mistagógico y catequético de encuentro con Cristo, que nos abre a la misión de compasión y nos ayuda a discernir y elegir modos concretos de encarnar la fraternidad en nuestra propia realidad.
Te invitamos a vivir El Camino del Corazón a la luz de Fratelli Tutti, una ruta para encarnar en tu vida este llamado de Francisco a la amistad social y la fraternidad. “Nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar… La vida subsiste donde hay vínculo, comunión fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y lazos de fidelidad. Por el contrario, no hay vida cuando pretendemos pertenecer solo a nosotros mismos y vivir como islas: en estas actitudes prevalece la muerte” Papa Francisco.
Bettina Raed, Coordinadora Internacional -"El Camino del Corazón"
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